20 de octubre día mundial de la osteoporosis. La fractura es la complicación más grave de la osteoporosis
La fractura es la complicación más grave de la osteoporosis. El deterioro que provoca en los huesos, en personas con más de 50 años, hace que lleguen a romperse espontáneamente o ante traumatismos aparentemente poco relevantes.
Con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis, la Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia (SATO) quiere destacar que la osteoporosis subyace tras fracturas tan comunes como las de muñeca, hombro, columna o cadera, que está presente en más del 7% de la población española y que de los casi 3 millones de mujeres que la padecen, tan solo el 18% están diagnosticadas y solo un 10% reciben tratamiento. Ignorar esta relación es como ignorar la existente entre la hipertensión arterial y los accidentes vasculares encefálicos.
El problema es de tal magnitud que el 25% de las estancias en los servicios de traumatología están ocupadas por pacientes que han sufrido una fractura osteoporótica. Estas fracturas, mayoritariamente las de cadera, son responsables de más días de hospitalización en mujeres mayores de 45 años que el cáncer de mama, el infarto de miocardio, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el ictus o la diabetes. Se contabilizan más de 65.000 fracturas de cadera al año en España, sólo en personas mayores de 70 años. A ellas hay que añadir las fracturas vertebrales, cuya incidencia es tres veces superior a la de cadera y las 1.100 fracturas de húmero o de radio producidas al año, por cada cien mil habitantes. Tampoco hemos de olvidar que la aparición de una fractura osteoporótica anuncia otra, hasta un 20% de los pacientes con fractura de cadera experimentan la rotura de la del lado contrario antes de los dos años.
La pérdida de calidad de vida, el trastorno familiar o los costes sociales que ocasionan estas fracturas justifican sobradamente la adopción de medidas terapéuticas, sin contar la alta tasa de mortalidad que conllevan. Hasta el 36% de los pacientes con fractura de cadera no sobreviven al año y el 30% de los que han sufrido una fractura vertebral pueden fallecer antes de los cinco años.
Por ello, ante una fractura osteoporótica es obligado establecer un tratamiento preventivo de nuevas fracturas, el 80% de los pacientes que la sufre no recibe ninguna recomendación. Es preceptivo un tratamiento con fármacos que frene el deterioro óseo y establecer medidas de prevención básicas.
La prevención es el arma más efectiva para combatir la osteoporosis. Ha de iniciarse en la infancia y la adolescencia y consta de cuatro pilares fundamentales: evitar las caídas, tomar el sol, hacer ejercicio, a ser posible al aire libre y una dieta variada y adecuada en la que estén presentes las proteínas, el calcio y la vitamina D, que en personas mayores hay que suplementar. Pero no basta, es esencial reducir la pérdida de hueso. No debemos fumar, no sobrepasar los 3 cafés diarios, no abusar del alcohol ni de las bebidas gaseosas y de cola, etc.
El traumatólogo desempeña un papel relevante en esta labor, tal como reconoce la Organización Mundial de la Salud. Las dificultades con las que se encuentra a la hora de reparar las roturas de un hueso débil y la fragilidad de los pacientes de edad avanzada fracturados le hacen perfecto conocedor del problema. Pero su labor ha de ir de la mano de otros profesionales de la salud: enfermeros, trabajadores sociales, rehabilitadores, fisioterapeutas, geriatras, etc. todos han de coordinar sus esfuerzos en aras de una mejor atención a estos pacientes. Sin duda alguna las unidades multidisciplinares, creadas en los últimos años, han mejorado el tratamiento integral de las fracturas osteoporóticas y en particular de la fractura de cadera.
Manuel Mesa Ramos
Presidente de la Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia (SATO)