Sevilla, 22 de febrero de 2025

Queridos compañeros,

Cuando inicias una nueva andadura te parece que el tiempo va a pasar más lento de lo que después realmente ocurre, y es que ese tiempo pasa demasiado rápido. Casi sin darte cuenta. Ya han transcurrido dos años desde que me hice cargo de la presidencia de nuestra Sociedad y, por tanto, llega el momento de hacerme a un lado y dejar que un nuevo Presidente se ocupe de la responsabilidad del día a día de la SATO.

En estos dos años hemos recuperado un buen número de actividades que debido al “parón” de la pandemia se habían visto relegadas. Ya la anterior Junta Directiva había relanzado esta actividad y en este período hemos crecido, no solo científicamente sino societariamente, ya que hoy día somos más de ochocientos cuarenta socios los que formamos parte de esta gran familia. Los hermanamientos con la SOTIMI y la SMACOT gozan de una muy buena salud y las relaciones con otras sociedades de espacialidades afines se llevan a cabo cada vez con más frecuencia.

Y todo esto es gracias a un grupo de personas comprometidas con la Sociedad y con todos sus socios, como son los componentes de la Junta Directiva. Cada uno de ellos en su cometido han colaborado para que los eventos científicos y sociales que se han llevado a cabo hayan tenido éxito y la notoriedad que se espera de una institución como la nuestra.

Por ello doy las gracias a todos y cada uno de los que durante estos dos años han sabido realizar su labor con eficacia, desinteresadamente y con un cariño hacia la Sociedad digno de destacar.

Muchos de vosotros me habéis oído decir que yo crecí desde pequeño escuchando en mi casa la palabra SATO y que, por tanto, siempre me he sentido identificado con lo que nuestra Sociedad significa. Y ese sentido identitario tengo que agradecérselo a mi padre, Ricardo Mena-Bernal Romero, quien me inculcó el sentido del deber para con los compañeros y el cariño por nuestra Sociedad, y en definitiva por lo nuestro, por lo que nos une por encima de diferencias y sensibilidades. Vaya por delante mi más filial y profunda gratitud por quien me enseñó ese camino y me contagió su ilusión y sus ideales.

Han sido más de veinte años desempeñando diferentes responsabilidades en la Junta Directiva y por ello, tengo que agradecer la confianza que todos los presidentes depositaron en mi persona. De todos ellos he aprendido y sigo aprendiendo mucho, en lo profesional y en lo personal.

En estos años, el tiempo dedicado a la SATO, en gran medida ha sido gracias a que mi familia ha sabido renunciar a mi compañía, para que pudiera dedicar más tiempo a los cometidos de la presidencia. Por ello, se lo agradezco de corazón. También agradezco a todos aquellos miembros de las diferentes empresas de la industria farmacéutica y quirúrgica su colaboración con la SATO, y conmigo personalmente durante todos estos años. Gracias a su apoyo, podemos llevar a cabo un programa nutrido de eventos científicos que nos mantienen al día en conocimiento de la especialidad y que nos permite pasar unos momentos de compañerismo.

No cabe duda de que este programa al que me refiero no podría llevarse a cabo sin el trabajo concienzudo, serio, honesto y detallista de la Secretaría Técnica. Dejo aquí patente mi profundo agradecimiento a todos y cada uno de los componentes de MCE Consulting, personalizándolo en su director, Isidro, al que no solo agradezco la dedicación a nuestra Sociedad y el trabajo realizado, sino sus opiniones y sus consejos, siempre dirigidos a favorecer la vida diaria de la misma.

Si en estos años alguien se sintió ofendido o molesto, o bien decepcionado por alguna actuación o comentario por mi parte, o por la ausencia de ellos, pido públicamente disculpas. Fue sin intención alguna de ofender. Más bien sería por torpeza o por inexperiencia.

A partir de ahora, una nueva Junta Directiva se hace cargo de la SATO. Nuestro nuevo presidente, Plácido Zamora, cuenta con una dilatada trayectoria en la Sociedad y con una experiencia importante en diferentes áreas de la misma. Estoy convencido que llevará a nuestra institución a unas cotas de excelencia sobresalientes. Le deseo todo lo mejor y le agradezco su cariño y cercanía durante estos años.

Y a todos vosotros, queridos amigos, sólo puedo deciros gracias. Gracias por vuestra confianza, por vuestra paciencia, por vuestro apoyo y por vuestro saber hacer en nuestra profesión y en nuestra Sociedad. Me siento en deuda con todos y cada uno de vosotros. Sigo a vuestra disposición como uno más.

Recibid un muy fuerte abrazo.
Ricardo Mena-Bernal Escobar.